Hay mujeres que, tras un procedimiento de pomeroy, mas conocido como una ligadura de trompas, se plantean ser mamás; ya sea por primera vez o para aumentar la familia. Afortunadamente, hoy sabemos que esta técnica, que hace una década se consideraba como un método de planificación familiar permanente, actualmente el pomeroy puede revertirse. Eso sí, mediante una cirugía mayor.
La ligadura de trompas consiste en impedir, mediante un procedimiento quirúrgico, el paso de los espermatozoides hacia las Trompas de Falopio, evitando así la fecundación del óvulo. Los problemas vienen cuando se intenta recuperar la antigua función de este órgano.
Algunas mujeres toman esta decisión definitiva de planificación familiar, realizándose una esterilización tubárica, pero tras someterse a este procedimiento quirúrgico cambian su opinión respecto a la posibilidad de ser madres, ya sea por primera vez o para aumentar la familia. ¡Ahora es posible revertirlo!
Los motivos pueden variar, pero entre ellos encontramos los siguientes:
⦁ Puede haberse tratado, en su momento, de una decisión precipitada.
⦁ El cambio de pareja es un motivo muy común, en especial si esta no tiene hijos.
⦁ El fallecimiento de hijos por accidente o enfermedad.
⦁ Una mejoría de su salud o de su situación económica.
⦁ Es muy factible que si a una mujer se le realiza una oclusión tubárica a temprana edad, quiera recuperar su fertilidad en un futuro.
La ligadura de trompas se considera una forma permanente de contracepción. Sin embargo, un procedimiento de reversión de la ligadura de trompas se puede utilizar para volver a conectar las Trompas de Falopio y revertir el pomeroy.
Es la unión del esperma con los óvulos de la mujer en el laboratorio; el embrión resultante se transfiere al útero materno. Por este motivo, la FIV es la opción más eficaz para convertirse en madre, sin que la paciente tenga que someterse a una intervención quirúrgica.